Complementando este rendimiento óptico hay detalles de diseño que permiten que Action Extreme resista los rigores de la vida al aire libre. El diseño del prisma Porro tiene una sensación inherentemente equilibrada y cómoda en la mano para sesiones de observación de larga duración, y el chasis está envuelto en una armadura de goma que proporciona un agarre seguro y confiable en climas fríos y húmedos. Sus tubos ópticos están llenos de nitrógeno y sellados con juntas tóricas para ser impermeables y resistentes al empañamiento interno cuando se mueven en condiciones ambientales y de temperatura extremas. Debido al gran aumento y los grandes objetivos, sostener los binoculares con la mano durante períodos prolongados puede causar fatiga y temblores excesivos de la mano, por lo que Nikon hizo que el trípode se pudiera montar para un uso fácil y conveniente con manos libres.